“Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia”. Miqueas 7:18
Es maravilloso comprobar cómo los Dones y Talentos con los cuales nos ha Bendecido El Señor permiten que desarrollemos nuestras tareas cotidianas con Amor.
La clave reside en fortalecer nuestra seguridad y tener determinación en lo que estamos haciendo.
Cuando tomamos real consciencia de que somos seres imperfectos viviendo en un mundo imperfecto, podemos empezar a reconocer nuestras fallas y llegar a la conclusión de que todos, en algún momento de nuestras vidas, necesitaremos de una segunda oportunidad para hacer las cosas bien.


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